Muchas veces tengo la sensación de que no pasa nada en la vida, que la vida debe de ser algo más que ésto me digo. Con este ejercicio me doy cuenta que lo es, pero no lo veo, que no estoy presente en la vida. Cuando observamos y ponemos atención un uva pasa puede convertirse en una aventura extraordinaria que irrumpe todos los sentidos. Si me detengo, observo, escucho, siento, palpo, evoco, la uva pasa me cuenta una gran historia de esfuerzo y dedicación, es una uva que sobrevivió tormentas, calor intenso, para llegar a ser lo que es, y que tuvo que transitar por rios, montañas y valles para llegar a mi mano. La vida es extraordinaria y está siempre a nuestro alrededor, pero estamos ausentes de ella, se trata entonces de arrivar, de observar, de estar.