Etiquetado: Espectros
- Este debate tiene 0 respuestas, 1 mensaje y ha sido actualizado por última vez el hace 1 año por
Jesws.
-
AutorEntradas
-
junio 1, 2022 a las 5:15 pm #15770
Jesws
ParticipanteINFORME PRELIMINAR (ESTRICTAMENTE CONFIDENCIAL)
Nombre del consultante: Don Procras
Actividad: jubilado
Fecha: junio de 2022.
Don Procras es un viejito muy simpático que siempre deja las cosas para después y que todo el tiempo se vive apurado porque no le alcanza para cubrir los asuntos que se propone o es su obligación atender.
Temprano por la mañana acudió Don Procras a nuestra consulta para recabar una primera opinión (espera contar con al menos tres) con la esperanza de encontrar alguna solución a su problema.
En nuestro análisis a ojo de buen cubero sobre el carácter de Don Procras, encontramos cuatro factores principales que coadyuvan a su comportamiento procrastinador:
a) Lentitud. Es lento para pensar y ponerse en acción y, cuando por fin comienza, actúa lentamente, porque no puede reprimir el gozo que la lentitud le proporciona. Su personaje favorito es un centurión romano llamado Léntulus (a petición de Don Procras dejamos constancia de este dato en el informe).
b) Desorganización. Le cuesta trabajo organizarse, pues tiende a actuar movido por múltiples intereses sin filtro ni prioridad. Se mueve como pez en el agua en el día que vive, pero le cuesta definir sus metas y los plazos para acometerlas. De este modo, Don Procras vive confundido, sin saber por dónde empezar.
c) Perfeccionismo excesivo. Muy preocupado de las evaluaciones sobre sus resultados, Don Procras tiende a retardar la acción; no comienza, si no tiene todos los pelos de la burra en la mano. Y, por lo general, la burra se le mueve y los pelos se le escapan. Don Procras batalla en demasía para decidir(se) porque se atasca de información que tarda en digerir y no presenta el examen si no está seguro de sacar un diez.
d) Pero el principal factor o defecto de Don Procras para que las cosas no se hagan ya y ahora, sino después, en un futuro, es la pereza. Don Procras vive la vida tan acomodadamente como le es posible y no escapa a la seducción de los placeres mundanos, que con frecuencia le distraen la distraída mente. Con frecuencia lo vemos tumbado cómodamente en su cama, indeciso sobre ver su maratón de Netflix o si mejor dar rienda suelta a los deportes, las noticias del día y/o los chismes de la farándula, al tiempo que, con las uñas de su mano derecha, rasca sus testículos.
Todo estaría muy bien para Don Procras si viviera en un mundo en el que el tiempo no avanzara y no le exigiera ningún tipo de resultado. Pero resulta que ahora, ya anciano, nos viene a consultar consciente de su tendencia a procrastinar, pero sin saber qué hacer para cambiar. Don Procras se da cuenta que todo lo deja para después y no desea comportarse así, como el eterno hombre del mañana.
Nuestra recomendación inicial para Don Procras es que le pida a Dios (en quien, por cierto, no cree) que lo sostenga con su poder superior y le brinde las herramientas para que cada día actúe guiado por objetivos claros a corto, mediano y largo plazos, movido por la energía divina que lo activará y lo mantendrá activo, en flow, alejado de su zona de confort.
A nuestra retroalimentación, Don Procras se limita a señalar que a sus sesenta y tantos años se siente libre y ningún dios (o Dios como le decimos los creyentes) ni humano alguno le enseñará a estas alturas a vivir en lo que él entiende por libertad. Vaya que es enredoso Don Procras.
Queda pendiente la evaluación psicoanalítica del consultante, para ver que nos dicen sus motivaciones inconscientes y oscuras. -
AutorEntradas
Debes estar registrado para responder a este debate. Login here