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    VerdeVerde
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    El loco
    El diagnóstico: Esquizofrenia paranoide. Tuvo una vida muy difícil. Trabajó desde que tenía 6 años. Fue el más grande de los hermanos entonces tenía que cuidar de ellos junto con sus padres. Desde pequeño lo asaltaron muchas veces, lo estafaron, lo golpearon porque sí. Aún así, yo lo llamaba: tío.

    La sacerdotisa
    Ella fue rara desde la infancia. Un día contemplaba la calle desde su ventana y su papá le preguntó:
    ¿qué haces?
    Aquí, contemplando la vida
    La supieron una niña especial pero no por ello una no funcional.

    El Hierofante
    Su familia lo supo un fuerte para sus actividades. Él cuida de mamá, él está con mamá. No va a ir a ningún lado. No tiene adonde ir, más bien: no tiene esposa, ni hijos.. Él es un buen maestro, nos conoce y nos trae comida.

    El mundo
    Hay un gran negocio familiar que atender. Un negocio en el que estamos involucrados todos. Él es una gran fuente de ingresos, pero una vez, hace mucho, en el comienzo, el gritó que cerraran, gritó. Nadie comprendió su grito. Gritó porque se insertó un grito en su cuerpo que nadie más pudo comprender. Gritó porque él sabía que había maldad en el afuera. Que había podredumbre en los otros y no había forma de apaciguar su andar. No había forma de aclarar, ni convivir. Gritó y nadie entendió que era un grito de ayuda. Pues tiempo después no paró de gritar.

    El loco
    Veo judiciales andar por las azoteas de los vecinos. Me apuntan con armas. Tienen un láser que no desvía su objetivo. Su objetivo soy yo. Lo miro en mi cuerpo. Recorre mi cuerpo. Busca mi corazón, mi cabeza. Ellos están allá afuera. Me buscan a matar. No quieren saber de razones. ¿Por qué? Si yo soy una buena persona. No me meto con nadie. No juzgo a nadie. Hago mi trabajo por necesidad. Para comprar películas. Sólo para eso. Y claro, para mi sobrino al que adoro tanto. Él. Él me ha acompañado desde que nació. Me encantan los niños, adoro platicar con ellos. Mi sobrino tiene algo que no puedo comprender. Él no es mío y sin embargo encarna la pureza de la infancia. Me siento encantado cuando estoy con él. Me dice cosas que nadie, me habla como nadie. Él.

    La suma sacerdotisa
    Ella sueña. Sólo sueña. No hace nada más. Y no importa. Pero esa noche importó. Ella desde que supo el diagnóstico se supo insuficiente. Pues ella trataba la melancolía desde otro punto de vista. La melancolía se trata con luz solar, con música, con filosofía, con compañía, con colores. No con medicamentos que le meten a la fuerza. No con indiferencia. No con lo mismo de siempre. Esa noche soñó que ella debía graduarse, que había que irse de allí corriendo a la escuela. El contexto de los sueños es algo que sólo ellos saben. Pero ella tuvo que apuñalar a su tío. Deslizó el cuchillo desde su estómago hasta su garganta. Hizo énfasis en su esófago. Apuntó y enterró con gran entereza. Como nunca. Pues él era un obstáculo en su camino. Lo hizo y vio como la sangre corría por toda su túnica blanca. La blanquez se tornó oscura y densa. La sangre se manifestó abruptamente. Él murió y ella corrió. Vio a su madre, triste como nunca, pues si hermano había muerto. Qué triste, pensó ella. Pero no había más que hacer…

    El loco
    No pudo ir al negocio. Algo no estaba bien, y no eran las alucinaciones que le habían dicho que tenía desde hacía dos años. No. Pues él tomaba las pastillas y funcionaron. Él, aunque sabía que lo seguían, las pastillas le aconsejaban a todo su cuerpo que no, entonces ya no les contaba a todos lo que escuchaba. Ya no les decía de sus miedos más profundos. Ya no les escribía diciéndoles adiós. Ya no. Pero aquello era distinto. Se vio vomitando sangre y supo. No dijo nada y nada concluyó, supo; nada más.

    La suma sacerdotisa
    “Tu tío está en el hospital” le dijeron. Leyó el mensaje y supo. No dijo nada y nada concluyó. Supo; nada más.

    El mundo
    Él está en el hospital. Muriendo. Nadie quería ayudarlo en un principio. Pero era demasiada sangre. Los doctores reclamaron su imprudencia, ¿por qué le siguen dejando beber alcohol de este modo? ¡miren su hígado, está deshecho! Pero si él nunca tomó una sola gota de alcohol. Algo está mal. No fue esa la razón. El alcohol no pudo acabar con su organismo. No. Su esófago irradia sangre a causa de una úlcera que apareció ¿de la nada?

    El hierofante
    Sabemos que no estuvo en nuestras manos. Se fue. Era el mejor hermano. Siempre nos procuró. Nunca desistió aún con su enfermedad. Murió el mismo día que su sobrino tan adorado. Su pastel de cumpleaño supo amargo a todos, pues el cadáver llegó a la media hora de partirlo. ¿Hay alguna razón por la cual el sobrino tenga en su fecha de cumpleaños el fallecimiento de su tío favorito?

    La suma sacerdotisa
    Aún recuerda que fue su culpa. Aún recuerdo que pudo contar su sueño y evitar tanta desgracia. Aún se sabe mala persona. Insuficiente. Vio el futuro en sus sueños y no sabe conducirlos. Se sabe una asesina. Y nadie lo sabe.

    El mundo
    No hay razón. No hay motivo. Nadie sabe. Nadie supo. Sólo pasó. Como todo pasa. Porque esto no es nada.

    El hierofante
    Las cosas no debían pasar así. Él, a pesar de su enfermedad no debía dejarnos. No de esa forma tan abrupta. Murió a los dos días. Fue todo muy rápido. ¿alguien sabe la razón? Tenía 34 años. Ayudó como nadie. Trabajó como nadie. Nos dio comida como nadie. ¿Por qué?

    #13516
    Gabriel Schutz
    Superadministrador

    Es difícil decir algo, pues es un texto de umbral, por nombrarlo de alguna manera. Transcurre en el umbral entre el sueño y la vigilia, entre el sueño y la profecía, en esa zona intermedia, “daimónica”, donde operan los furores y los oráculos, entre ellos el tarot evocado a través de los nombres de los personajes. Me parece sumamente interesante explorar una situación desde la perspectiva de algunos arcanos mayores, probablemente asignándole a cada personaje un arcano mayor y a la situación como tal, globalmente entendida, el arcano total de El mundo.

    ¿Qué fue lo que no alcanzó a digerir El Loco que le rajó el esófago? ¿Tenía algo que ver con su sobrino?

    ¿Por qué pareciera haber, en el sueño de La suma sacerdotisa, una relación causal entre apuñalar a su tío y poder así salir corriendo para graduarse? (más allá de los secretos que se reservan para sí los sueños). ¿Se cumplió esta profecía?

    Quizá el personaje que me parece menos claro es El hierofante. Si fuera tal, ¿no debería comprender el misterio que encierra la muerte de El loco, en lugar de lamentarse en su incomprensión? ¿No debería estar un poco más próximo a la perspectiva cósmica de El Mundo?

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