Este curso me ha permitido ser más paciente creo yo, pues aunque a mi no me abraza la ira con frecuencia, si convivo con personas cuyas tensiones los hacen explotar fácilmente.
Ese peligro de caer en la ira se ha acrecentado en medio del confinamiento así que reconozco lo valioso que resulta tener presente como herramientas de apaciguamiento de la ira más paciencia, tomar distancia y sobre todo no sentirme ofendida.
Sin lugar a dudas esta claridad intelectual o cognoscente, no se como llamarla, ayuda pero la meditación guiada es infinitamente tranquilizadora: me lleva a la comprensión del otro, al perdón y a estar bien conmigo misma en medio de las posibles tormentas.
En la disciplina para escribir las anticipaciones por la mañana y las evaluaciones nocturnas está mi área de oportunidad pues no consigo hacerlo con regularidad. Asimismo, procuraré meditar cotidianamente y no solo en caso de emergencia.
Muchas gracias Gabriel, aprecio tu creatividad y la posibilidad que nos das de explorar nuestro mundo interior a nuestro propio ritmo.