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Monica Yuliana Cerros Ortiz.
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mayo 23, 2020 a las 11:54 pm #13086
Monica Yuliana Cerros Ortiz
ParticipanteSoy la energía que te habita desde el origen del origen. He sido tu mayor enemigo y al mismo tiempo, seré tu más grande maestro. Me apodero de ti al más mínimo descuido, soy implacable, testarudo y cruel. Me conocen como el Señor del Karma, mi maestría es un camino que muchos están destinados a andar, y en ese camino tú y yo nos encontramos. Me convertí en tu compañero, en esa vocecita que tantas veces te ha susurrado al odio. Hemos sido uno, manifestarme en ti es estar en casa. Me divierte verte sumergida en tu frustración o perdida en tus ganas de controlar. Sin embargo, sigo esperando el momento de conocerte, aquel en el que me mires a los ojos y, de frente y sin armaduras, pueda observar la belleza de tu humanidad.
—–Observo con regocijo el momento en el que te entregas a mí, tu voluntad se diluye y yo, hago mi entrada triunfal. Soy sigilosa, casi imperceptible, y tú, aun cuando pareciera no echas cuenta de mí, me conoces a la perfección. Somos compañeras, yo me presento como una oportunidad, tú, me elijes. Mi cara es un puñado de excusas, mi cuerpo, la posibilidad de posponer.
—–Soy una dama vestida de negro, entro con tal firmeza que no te queda más opción que hacerme un espacio en el sillón que has permanecido sentada. Todos tus proyectos e ideas se desvanecen ante mi presencia, estoy en todos lados, y sin más, me apodero de lo que crees que eres. Allí me quedo. Más te vale no moverte.
—–Tiro el anzuelo y en una fracción de segundo entregas tu voluntad. Soy dueña de tu albedrío.
—–Danzo en la profundidad de la raíz húmeda de tu memoria. Mis movimientos son el eco de las historias no contadas, de las que has elegido callar. Aquí abajo, aúllo, mi grito hace temblar las enormes murallas que protegen el paso a estas tierras de muerte y duelo. Soy guardiana de un dolor antiguo, del que se gestó en lo más profundo de tus entrañas y que aún no has parido. Mi canto custodia todas las memorias que quisiste olvidar. Cada noche mi voz entona el himno de muerte, lleno de gloria y misterio, de profunda redención.
mayo 24, 2020 a las 9:38 am #13090Gabriel Schutz
SuperadministradorEncuentro el texto increíblemente sugestivo, hermoso en su modo de representar esas sombras, esos sigilos, ese substrato que opera desde lo profundo. Es sugestivo porque se sugieren jerarquías (géneros y especies) y sexos. El espectro del karma es genérico, lo abarca todo y es masculino. El de la procrastinación (tu texto tiene la delicadeza de no mencionar explícitamente esta palabra) es específico y femenino; hay espectros más indeterminados, un anzuelo cuya carnada no se menciona, y al final reaparece un espectro general, de fondo, una masa de dolor sordo.
Ahora bien, aparte de la belleza literaria que tiene el texto, lo importante es que te sea también útil para para poder disolver estos espectros. En este sentido, veo momentos de lucidez que pueden ser de gran provecho para ti si los tomas como algo más que un desafío literario. Por ejemplo, cuando identificas la máscara que se pone el espectro que yo aquí llamo procrastinación, diciendo que se presenta como “una oportunidad”. Ese reconocimiento es muy importante. Si lo asumes, entonces podrás desenmascararlo a tiempo, por muy sigilosa que haya sido su entrada. Lo mismo con los demás (al menos con los más específicos y determinados). ¿Puedes mirar a esa dama vestida de negro antes de que se apodere de ti, antes de que te envuelva y te encuentres de un momento a otro diciéndote que ERES esto o aquello? Pero ya la has desenmascarado en tu texto, al decir que el sólo hecho de verte envuelta en creencias del tipo SOY ESTO, SOY AQUELLO no es en sí mismo nada más que un espectro, una fantasmagoría, nada real: tú no eres un momento de pensamiento (así el pensamiento se refiera a ti).
¿Puedes adivinar el anzuelo bajo la carnada?
El asunto, ahora, es identificar todo esto a tiempo, desenmascararlo antes de que se adueñe de ti (como muy bien dices: de tu albedrío). Ya has hecho el trabajo más difícil, el reconocimiento; lo que sigue es aplicarlo. En eso consiste tirar el espectro al lago.
mayo 26, 2020 a las 10:35 am #13093Monica Yuliana Cerros Ortiz
ParticipanteHola Gabriel gracias por tu retroalimetación. Algunos de mis espectros están claramente identificados, y tengo un trabajo profundo con ellos, a veces, es cuestión de crear en mi imaginario situaciones a las que me puedo enfrentar y cómo me gustaría reaccionar. La procrastinación es justo uno de los que me están costando más trabajo, lo veo, se que llega, pero aún así no hago nada, cuando hay una voz que me dice, “el tiempo es ahora”. Supongo que es un trabajo de todos los días, de voluntad y para eso se necesita que esté muy presente en cuerpo y espíritu. A veces estos días de encierro no ayudan, por ejemplo otro de mis espectros, la indisciplina, no me deja levantarme a practicar yoga o a hacer algún ejercicio físico, es más cómodo quedarme en mi cama otros cinco minutos más, y de nuevo vuelvo a este aprendizaje de que el tiempo es ahora y que no tengo que olvidar. Será cuestión de ir echándolos a lago todos los días y saber, que siempre pueden volver, porque de alguna forma son parte de mi y de los ciclos que constantemente vivo.
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