Muerte

[Guillermina Mejia Soto]

Pensar en mi propia muerte no me provoca..nada. Es decir estoy ocupada en el vivir hoy; cómo me ocupo del hoy, lo que puedo resolver, soltar lo que no puedo, solo estar.
Lo que a veces hago es mirar qué más me gustaría hacer, sin afán, en este punto con una enorme paz de lo logrado y con agradecimiento de lo no logrado. En términos de perdida, en el hoy, agradecida de lo que sentí que se fue, y poder reconocer que la fuente de sufrimiento tiene que ver con lo que no me pertenece, lo cual en el hoy, también me da paz.

[Gabriel Schutz]

Bueno, a veces la muerte provoca tristeza, no por uno mismo, sino por el eventual sufrimiento que nuestra muerte podría causarle a otras personas. Por supuesto, para los estoicos, desde el momento en que ese sufrimiento no está en nuestras manos, no debe ni puede perturbarnos (siempre que hayamos hecho todo lo que estaba en nuestro poder para aliviarlo). Pero, más allá de esto, lo que refieres es precisamente una manera lúcida de pararse frente a la propia muerte: no lamentar lo que ya no es, sino reconocer el valor de haberlo tenido, ni estar sujetos al miedo o la tristeza por lo que vendrá, puesto que no depende de nosotros. Aun así, me parece importante ponerse a prueba de manera diaria, cuestionándose: ¿estoy listo para morir hoy, ahora? ¿Estás lista?

[Guillermina Mejia Soto]

La pregunta misma de si estoy lista para morir me parece fuera de contexto, o como habría que prepararse, o esta listo para ello.
Desde mi mirada la muerte es innegable, va a pasar, de lo que me tengo que ocupar es de como vivo en el hoy. respecto a mi propia muerte solo me queda la aceptación un segundo antes de morir, y como lo vivan los demás no lo se porque ellos son dueños de como lo van a sentir.
No me ocupo de pensar y si se muriera alguno de mis hijos, porque hoy solo me genera ansiedad, si lo hiciera, espero que la naturaleza y la muerte respete las generaciones, y primero me muera yo antes que ellos.

[Autor]

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