Perspectivas

[Román Ochoa]

Oscar
No entiendo qué pasa con Roberto y Laura. Últimamente han actuado muy extraño. Hace 7 días que encontré a Laura en el comedor, me dijo que Roberto la había lastimado, pero que él no se percató de ello.
Últimamente, Roberto no presta atención a lo que hace, se enfurece con facilidad y termina por alejarse de cualquier situación. Aunque quisiera, no puedo acercarme a él para platicar sobre lo que piensa y siente, no hemos cultivado nuestra relación en años, no tenemos un camino para acercarnos.
Quien me preocupa mucho más es Laura, el desentendimiento afectivo de Roberto la ha mantenido en una profunda tristeza, pero me dijo que está decidida a no seguir así, aunque tenga que hacer un gran esfuerzo para alejarse de él.
Con ella sí puedo empatizar y hablar, nuestra cercanía se ha fortalecido por las extensas pláticas que tenemos. Y dado que sólo puedo empatizar con ella es a quien puedo entender y apoyar.
No comprender a Roberto y no saber por lo que pasa, ha funcionado como una distancia que ninguno de los dos quiere cruzar. Es más fácil sentir enojo que hacer el esfuerzo por acercarnos.
Espero que pronto se vaya de casa, creo que sería la forma más sencilla de acabar con los disgustos.

Carlos
He notado que Laura ha llorado mucho pero no sé los motivos. David y Oscar pelean mucho con Roberto, los gritos son muy fuertes y no hay día que falten. Hay algo que no me dicen, no lo han compartido conmigo. A quien tengo para hablar es solamente a Sora, con ella es con quien platico sobre las emociones que tengo. También juego con ella todo el día, me gusta ver cómo come y el sonido que hace al morder las croquetas. Sora es de color café claro, mide tres zapatos de largo y uno y un cachito de alto. Le gusta que juegue con su oreja izquierda, con la derecha se desespera pronto y se va.
Lo que más nos gusta es jugar en el patio, es como un campo lleno de obstáculos con todos los botes que hay. Intentamos crear nuevos juegos cada día. Y cuando no estoy porque voy a jugar con mis primos, ella se queda sola en casa o sale a la calle. Los del café internet la quieren mucho e incluso le han regalado suéteres. Yo también la quiero mucho aunque no le compre nada.
David
Aunque tengo mucho coraje porque Roberto ha sido muy grosero conmigo, lo quiero mucho y tengo miedo de que se vaya de la casa. He imaginado que vayamos de vacaciones a comer todos juntos. En esas escenas somos felices y nos abrazamos, reímos y bromeamos, contamos nuestros problemas y alegrías que vivimos en el día a día. No quiero que se vaya porque su partida representará la imposibilidad que lo imaginado sea real.
Pero aún con todo esto que siento y deseo, ver a Laura tan triste es más doloroso.
Si la partida de Roberto traerá paz a esta situación, entonces la prefiero.

Laura
Me siento temerosa de iniciar este proceso de cambio, pero me motiva la búsqueda de no seguir en continua tristeza.
Intento recordar cuándo fue que las acciones que tomaba Roberto empezaron a provocarme un sentimiento de tristeza y decepción, pero no vienen a mi memoria. Ojalá las hubiera identificado cuando surgieron las primeras acciones, hubiera pedido que no las hiciera; así todos estaríamos felices y unidos.
Si tan sólo me hubiera dado cuenta de lo que pasaba, hubiera podido arreglarlo a tiempo. ¡Que tonta fui, por no haberlo visto! Ahora no hay vuelta atrás, el daño es irreparable y gran parte es mi culpa. Tengo esperanza de que la lejanía con Roberto nos permitirá espacio para cultivar nuevas formas de vivir.

Roberto
He decidido separarme de Laura porque quiero tener otra pareja. Pero, ¿cómo decirle? No sé cómo externar lo que ya no siento por ella. Además después viene el proceso de dejar esta rutina a la que estoy acostumbrado. Después de todo, aquí en casa no es tan divertido como quisiera.
Me encantaría que Oscar y David fueran más inteligentes para que estudiaran una ingeniería, si no, el dinero que les proporciono estaría desperdiciado y también el tiempo. Laura no pudo educarlos para que sacaran notas excelentes en la escuela. Y cuando yo intenté acercarme a ellos para mostrarles amor e intentar ser una compañía sólo obtuve gritos y enojos.
No me siento bien con esta familia, son muchas peleas y estoy cansado de ello. Ojalá se fueran por cuenta propia.
Y si ya no estuviera con ellos, ¿con quién me quedaría? Algunas personas de mi propia familia están enojadas conmigo y no me aceptarían tan rápido en su núcleo… No quiero estar sólo. Es mejor convivir con esta familia, y buscar otra donde encuentre lo que no obtengo con esta.
Ojalá fuera tan fácil que todos lo entendieran, después de todo no soy una mala persona, puedo amar a todas las personas con las que convivo y ellas bien pueden aceptarse entre sí.

[Gabriel Schutz]

Lo que más me ha interesado del texto es que el personaje más problemático, Roberto, quede para el final, después de haberse generado una expectativa creciente. Uno se pregunta qué pasa con ese hombre que genera tanto malestar a su alrededor y el final lo revela en cierto modo. Ese suspenso es un mérito del texto.

Me ha costado comprender la relación entre los personajes. Si entendí bien, David y Oscar son hijos de Laura, no de Roberto; Carlos quizá sea un tercer hijo, menor, no me doy cuenta. Pero si Oscar es hijo de Laura, ¿por qué no se refiere a ella como mamá? Y si no es hijo de ella, ¿qué parentesco tienen?

Creo que el personaje de Laura está poco trabajado. Si alguien recibe tanta violencia, además de tristeza hay frustración, ira, etc., y eso sería importante mostrarlo.

Sobre todo, me interesa saber si el ejercicio te permitió comprender mejor los puntos de vista de las personas implicadas aquí o si sientes que aún falta.

[Autor]

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