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  • #15995
    Juan DavidJuan David
    Participante

    Buenas noches. Antes de colocar la actividad de estos últimos cinco días, tenía una pregunta (espero no sea una molestia): una parte de las lecturas, de acuerdo con lo que entendí, señalaba cómo el ahora es algo que en muchos casos no estamos acostumbrados a habitar o, por lo menos, no con una plena atención. Siento que es como estar a veces en un “piloto automático” o el rehuir del presente (el entre-tenerse). Pero, ¿ese estar presente, sin más, se refiere a un estado de inactividad?. Por otro lado, algo que a veces me sucede es que cuando estoy en una sensación de “pasividad”, “desocupado”, muchas veces me ha pasado que mi mente se “pierde” en divagaciones personales, que a veces pueden generar alguna afectación o malestar… Y pensaba en ¿de qué forma la idea de hacer tierra podría contribuir a ello, teniendo en cuenta que a veces le dicen a uno que entre más “ocupado” esté, mejor?… o el simplemente estar se refiere es a otra cosa?

    Día 1.
    -¿Por qué la idea de estar solos a veces la deseamos, y a veces nos da miedo?

    Día 2.
    -La vida diaria transita por constantes vaivenes, aunque nuestras reflexiones no siempre son simultáneas con lo que nos acontece.

    Somos un granito de arena en una playa muy vasta

    Día 3.
    -Qué huidizo es a veces el momento presente
    – El corazón es como una hoja que se mece con el viento o fluye con el agua
    – En la naturaleza con qué sencillez hallamos abrigo…

    Día 4.
    – La vida es como una foto. Un instante. Pero, aun con ello, es nuestro todo, nuestra propia eternidad. Sin embargo, nos hallamos en ella sin recetas, sin conocer el recorrido. ¡Qué difícil es intentar no dañarnos nuestro propio efímero viaje! La gran curiosidad aquí es que sin caídas o reveses, no hay aprendizajes…

    Día 5.
    Vida

    Muchas gracias de antemano,

    #15996
    Gabriel Schutz
    Superadministrador

    Intentaré responder a tus inquietudes, enlazando algunas de las cosas que has escrito.

    De un lado, aparece la polaridad entre una soledad deseada y una soledad aterradora; también aparece la polaridad entre un corazón que es arrastrado (o mecido), en todo caso que está a merced del viento, o bien en fluencia (con-fluencia) con el agua. Algo de esto me parece adivinar en la inquietud relativa al momento presente. Morar en el instante es, en sí mismo, un acto, supone actividad en un sentido sutil, pero muy contundente. Un gran maestro del siglo XX, Krishnamurti, solía repetir: “Ver es actuar”. Se refería a ver claro, ver con perfecta lucidez. Eso es, en sí mismo, una actividad de alta calidad mental. Da igual si, desde el punto de vista motriz, corporal, hay actividad o no y cuál sea ésta: la mente está perfectamente enfocada en lo que está sucediendo. Enfocada quiere decir, unificada, sin dispersión, sin distracción. El malestar que refieres, asociado a la divagación, obedece, no a estar desocupado en un sentido exterior, sino a que la mente no está clara, concentrada. Es un estado peculiar que se desarrolla con cierto entrenamiento. El budismo, la meditación, el cultivo de samadhi, apunta a ello.

    En la concentración, no hay soledad, porque estmaos integrados con lo que sucede y nada falta (fluimos con, pero esto no es exactamente lo mismo que estar a marced-de). En la no concentración, estamos anhelando algo o con la expectativa de que un mal pueda sobrevenir, es decir, con miedo. Es interesante la observación que haces sobre la naturaleza. Ciertamente, en medio de ella, nos sentimos otra vez integrados, presentes: nada falta, estamos cobijados. Y nos sabemos un granito de arena, pero no separados de la playa vasta: somos el grano, pero también la playa. La ola y el océano. Impermantes, siempre cambiantes, siempre frescos.

    Cuando la inmersión en el instante es total, el tiempo queda abolido y, entonces, en otra dualidad que sugieres, el instante coincide con la eternidad. Esto se deja sentir muy claro en algunos haikus (poemas breves de origen japonés, de raíz zen).

    Muy buen comienzo, David. Reflexivo, sensible, curioso. Sigo para ti.

    #15999
    Juan DavidJuan David
    Participante

    Gabriel, buenos días. Espero que se encuentre muy bien.

    Muchas gracias por la respuesta. La explicación sobre el habitar el presente que da me ha parecido clara y muy potente. Y pensando en ello, pienso que este enfoque es muy bonito porque no solamente nos brinda una forma de ser o relacionarnos con nosotros mismos, sino con el mundo exterior (los otros, la naturaleza, nuestros espacios habituales). Es una forma de quebrar cierto ensimismamiento y de hacernos y reconocernos parte de la realidad. Qué hermoso. Cuando nos plegamos a lo real, siento yo, aunque puedan sobrevenir recaídas, reveses o momentos de inquietud, el miedo pierde fuerza, porque se hace más importante vivir el ahora que pre-ver o pre-ocuparse de cosas que no han pasado. (Esto es algo que me cuesta a veces procesar, pero ahí vamos…).

    Siento, luego de hacer la actividad de los espectros, que nuestros miedos nos evitan vivir bien, precisamente porque el miedo mismo es a lo desconocido o a la muerte o a lo extraño. Me recuerda la película Belleza Americana, donde decían que “no hay que aferrarse a la vida. Sino fluir a través de ella”.

    Bueno, son cuestiones por ir revisando…
    Finalmente, me gustaría pedirte, por favor, alguna recomendación bibliográfica para acercarme a las reflexiones del budismo sobre ese tema de morar el presente o el ahora.

    Muchas gracias por todo, Gabriel.

    #16003
    Gabriel Schutz
    Superadministrador

    Releo este mensaje, poco después de comentar tu texto de la Semana 2, y veo que el miedo es un tema importante para ti, y qué bueno que lo estés elaborando.

    Te puede interesar leer el libro Mindfulness, de quien ha desarrollado esta metodología, Jon Kabat-Zinn, un médico que estudió y practicó seriamente el budismo antiguo y desarrolló una línea secular, originalmente para incorporarla en su práctica clínica y ayudar a pacientes con dolor crónico.

    Puedes investigar lo que han escrito sobre el tema del momento presente Thich Nhat Hahn o el Dalai Lama. Los sutras (discursos atribuidos al Buda) pueden ser al principio un poco secos, pero te recomiendo mucho leer el Dhammapada. Sobre el momento presente hay un gran libro, muy célebre, con un título que puede parecer poco serio, pero realmente está escrito desde un lugar muy genuino: El poder del ahora, de Eckhart Tolle.

    #16005
    Juan DavidJuan David
    Participante

    Profesor Gabriel, buenos días. Espero te encuentres muy bien
    ¡Muchísimas gracias por las recomendaciones!

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