fbpx
Viendo 6 entradas - de la 1 a la 6 (de un total de 6)
  • Autor
    Entradas
  • #13287
    Nelly FloresNelly Flores
    Participante

    El confinamiento y las situaciones de estrés que se han presentado durante este, me han ayudado a darme cuenta justamente de la naturaleza inesperada de los acontecimientos de la vida en general.

    En mi caso he centrado el ejercicio en la paciencia, usualmente soy una persona paciente, si me irritan algunas situaciones o personas (como a todos), pero normalmente lo supero rápido. En los últimos 2 meses siento que he perdido en parte esa capacidad. A momentos me hace salir del estado de tranquilidad en el que procuro estar.

    Durante la semana he tratado de calmar esas voces que magnifican aquellos detalles que me molestan y tratar de hacer conciencia de que mi respuesta a ese estímulo puede ser modificada (no dejarme llevar por el hastío) sin embargo, a veces no lo logro y no siempre me ha funcionado lo mismo.

    He llegado a pensar que tal vez realmente no era taaan paciente como creía, pero creo que ha sido bueno, porque me ha llevado a replantear límites.

    #13288
    Gabriel Schutz
    Superadministrador

    Es bueno que hayas identificado con claridad el asunto. Solías ser (o creías ser) paciente y eso se ha visto diezmado, lo que supone que, en su lugar, hay ahora algo así como ansiedad o impaciencia. Pero ahora que has identificado esto, lo importante es poder integrarlo en la práctica.

    Para eso, procura identificar con mayor precisión el tipo de cosas, eventos o situaciones que despiertan en ti impaciencia y las condiciones que ayudan a eso (por ejemplo dormir mal o llevar un buen rato sin comer pueden ser coadyuvantes), y anticípate, que es el ejercicio estoico por antonomasia. Prepárate ante la impaciencia, habiendo identificado todo esto y habiendo, también tomado decisión sobre cómo quisieras posicionarte cuando se levente en ti un pensamiento o un estado mental impaciente, ávido, ansioso o lo que sea. Y si puedes, escríbelo.

    Intenta hacer el ejercicio de anticiparte con tanta minucia como puedas, de tal modo que, si te asaltan ese tipo de estados mentales, estés preparada, y ve qué sucede cuando todo eso ya no te toma desprevenida.

    #13290
    Nelly FloresNelly Flores
    Participante

    Muy bien Gabriel. Seguiré haciendo mis anotaciones (aunque no sé si las hago correctamente en realidad)

    Espero que estés muy bien.

    ¡Saludos!

    #13291
    Gabriel Schutz
    Superadministrador

    Sube las anotaciones que consideres relevantes aquí, al foro, y con todo gusto las reviso.

    #13296

    Identificación de situaciones y escenarios.

    Los escenarios dispreferidos que más me causan conflicto son aquellos en donde tengo arrebatos de ira cuando alguna situación es desfavorable, por ejemplo, cuando necesito terminar una tarea que tengo programada en mi agenda y me interrumpen por lo cual no me es posible terminarla en tiempo y forma.

    La distinción maestra.
    Dependen de mí, mis pensamientos por lo que yo elijo de que maneras puedo reaccionar ante las interrupciones, de modo que siendo consciente que puedes recordar y elegir de qué manera vas a reaccionar por algo que no depende directamente de ti (el comportamiento y forma de pensar de los demás), elige cambiar los ataques y arrebato de ira, por una respiración profunda y pensar que es una excelente forma de darte un descanso y un respiro del estrés o las exigencias que puedes tener contigo mismo para retomar tus actividades con más entusiasmo una vez que tengas oportunidad.

    Dónde está mi bien y por qué no hay daño en ningún caso.
    Mi bien está en responder de manera neutral a las interrupciones y entender que al no tratarse de algo que yo provoqué, no puede hacerme daño, pues no he sido yo quien elija auto interrumpirse por lo cual de mi depende la acción de la autorregulación, la reflexión y el autoanálisis para poder ser capaz de realizar y terminar cualquier actividad en la cual me encuentre interesado y no depende de mí si es que estas interrupciones generan un proceso de alteración en la realización de la misma.

    #13314
    Gabriel Schutz
    Superadministrador

    Muy buen trabajo, Graciano. Es preciso y va al corazón del asunto. Ahora se trata de ir incorporando estos razonamientos para que se anticipen a la reacción colérica, que es el hábito que has desarrollado hasta ahora. En pocas palabras, se trata de sustituir un hábito que trae perturbación (y no mejora necesariamente las cuestiones de agenda), por otro que no trae perturbación. Los razonamientos que te has dado son, en ese sentido, muy pertinentes.

    Voy a intentar complementar tus reflexiones con algunas otras, específicas sobre la ira.

    Según los estoicos (y en esto siguen a Aristóteles), para que haya ira deben existir dos creencias:

    (i) Que me han inflingido un daño injusto y doloso (lo han hecho a propósito).
    (ii) Que es preciso regresar ese daño (vengarse).

    Para poder disolver la ira de raíz, es preciso intervenir sobre el primer juicio, pues, mientras yo considere que hay daño sobre mí, así logre respirar y no reaccionar de manera compulsiva, seguiré creyendo que hay un motivo para estar enojado.

    Intenta examinarlo en ti: ¿hay en tu mente la creencia de que te interrumpen de manera injusta y dolosa? Quienes te interrumpen, ¿lo hacen con el propósito deliberado de perjudicarte? ¿Lo hacen sin darse cuenta? ¿Hay un modo de responder distinto, que no sea regresando ese presunto daño, sino formulando una PETICIÓN que exprese de manera firme, pero amable, tu legítima necesidad de no ser interrumpido?

    Otra pregunta: ¿por qué sería un daño para ti verte interrumpido? En realidad, ya has respondido muy bien a esto, aduciendo que puedes tomarte esa pausa como una ocasión para distenderte, etc. Pero ¿qué es lo que te lleva a percibir la interrupción como un daño? Pregunto esto porque en cierto modo creo poder comprender tu irritación. Yo soy escritor. Escribir exige una enorme concentración y, durante años, cada vez que era interrumpido, sentía una inmensa cólera. Me di cuenta de dos cosas: (1) que tenía una valoración excesiva sobre mi trabajo (mi importantísimo texto que, ¡oh, calamidad!, se veía interrumpido por mundanos asuntos, y (2) que tenía la atención mucho más puesta en si mis vecinos hacían ruido, que en la posibilidad de continuar trabajando, bien concentrado, aún con el ruido de los vecinos. Con el tiempo, pude escribir sin irritarme, aun cuando mis vecinos estuvieran en el éxtasis de su jolgorio.

    Quizá estas líneas complementen tu reflexión. Ojalá que así sea.

    ¿Cómo te enteraste de este curso, Graciano?

Viendo 6 entradas - de la 1 a la 6 (de un total de 6)

Debes estar registrado para responder a este debate. Login here