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    Día 1:
    ¿Y si todas las noches lloviera y se llevara todo lo malo, las tristezas, los dolores, los errores? Así podríamos tener un ambiente limpio y renovado para iniciar cada día.

    Día 2:
    Silencio, todo afuera es silencio, es temprano, sin embargo, no se escucha el ruido de otras noches, hoy todo está en calma, al menos en apariencia, solo escucho a lo lejos, algunos carros circulando, todo está tranquilo, hasta los perros se fueron a dormir temprano, por hoy, solo es silencio.
    Enigmático, misterioso, contemplando la luna, la noche, las estrellas, con esa mirada atenta y tranquila, desearía tener su calma y su paz para disfrutar el entorno.

    Día 3
    El viento sacude las sensaciones angustiosas, lleva al recuerdo de tiempos pasados, se acompaña de la música, transformando estados de ánimo, disminuyendo soledades

    ¿Quién soy ahora? ¿quién fui en el pasado? ¿acaso soy la misma persona? ¿qué tanto he cambiado desde que nací? Tengo que hacer un viaje en el tiempo, recordarme a mí misma en otro espacio y tiempo, para entender mi presente, regreso a mi niñez, me encuentro con lo que fui y me pregunto ahora si pude haber sido de otra manera, pienso en todas las configuraciones que pude haber sido, regreso al presente y sé que lo que soy es justo lo que necesito ser.

    El cielo en la tierra existe, tiene tu mirada cristalina, tu sonrisa blanca y el aroma a tu perfume, el cielo en la tierra existe y lleva tu nombre.

    Día 4
    Con las alas rotas
    Escondido entre las hojas secas del jardín se encuentra tirado y herido, tiene las alas rotas y tristeza en su corazón, sangra, pero no puede ver la herida ya que es interna, profunda, dolorosa, sabe que está en el mismo lugar donde le han lastimado anteriormente.
    Se siente asustado, angustiado, sin embargo, sabe que debe continuar, respira y sale con dificultad del escondite, no hay nadie a su alrededor por lo que sabe que él solo tiene que curarse.
    Sabe que estará bien, cree en su fuerza, ha pasado por ello en otras ocasiones, solo necesita tiempo para reponerse y considera en un futuro no exponerse tanto, abrir sus alas con cuidado pues podrían lastimarlo nuevamente.
    Después de un tiempo, que le ayuda a sanar, sale más fuerte, más vivo, más él.

    Día 5: equilibrio

    #12685
    Gabriel Schutz
    Superadministrador

    Pero si la lluvia se llevara las tristezas, los dolores, los errores, ¿cómo aprenderíamos a sobreponernos a la tristeza, a sobrepujar el dolor, a reparar el daño? Sólo haría falta un mínimo de paciencia, ésa sería la única virtud, y ni siquiera podría aspirar a llamarse así, pues sería demasiado sencillo esperar pocas horas a que la lluvia arreglara nuestros desmanes.

    Si de la lluvia depende restañar los errores, o depende del viento sacudir las angustias, si el cielo en la tierra no está adentro de uno sino fuera, en otra persona, así sea la persona más amada, un hijo, una hija, ¿qué sentido tendría la humanidad?

    Precisamente las preguntas que te formulas en el tercer día, acerca de tu identidad, carecerían de sentido. Serías, en cierto modo, la misma persona que aquella niña; tu carácter no se habría forjado nunca, no habría habido evolución, desarrollo, crecimiento. Sin duda, que a veces la lluvia se lleve el fango y limpie, es un alivio. Pero ¿no sería mejor que tú fueras esa lluvia capaz de limpiar y renovar?

    Por supuesto, entiendo lo que quieres decir. ¿Quién no lo ha experimentado? Que pase algo, algo bueno que acabe con todos los males. Es natural desear esto, desear la paz que ves en otro, pero a este deseo, creo, hay que agregarle la consideración filosófica, muy al estilo de los estoicos, según la cual los auténticos bienes y los auténticos males están en nosotros y no afuera. Y si es así, ¿qué podría impedirnos estar en paz, o, como dices al final del texto, en equilibrio?

    Formulo todas estas preguntas porque creo que son realmente importantes. No cuestionan ni la belleza de tu texto ni la profundidad de tu sensibilidad. Sólo buscan despertar en ti otras posibilidades de mirar las cosas; tal vez estas posibilidades consistan también en creer en la propia fortaleza y levantar vuelo.

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