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  • #13862

    Hola, Gabriel. Para esta tarea me gustaría hacer una acotación personal que considero importante por el carácter del curso; desde hace cerca de 4 años estoy en el programa de Alcohólicos Anónimos. Lo expongo porque considero que de mi condición derivan algunas cuestiones mentales y emocionales específicas y creo que, en mi caso, me acompañan también en este tipo de procesos.

    Considero que sí estoy atenta a las representaciones que tengo durante el día, no todo el tiempo, pero sí más que hace algunos años. Honestamente no es algo que me agrade del todo. Es decir, si pudiera elegir, me gustaría no estar “al tanto” de las cosas que pienso, sobre todo cuando son angustiantes.

    Respecto al ejercicio, observo que sí asiento de manera inmediata casi frente a cualquier pensamiento, y con más fuerza si este es negativo. Tiendo a asentir con facilidad a escenarios catastróficos -he descubierto que ha sido una característica continua a lo largo de mi vida, y no es que ahora haya disminuido esa tendencia, pero sí intento no reconocerme en todo lo que pienso- y creo que los ejercicios que nos compartiste me han ayudado a reconcerlo con más claridad.

    Por ejemplo: leo una noticia sobre las muertes por COVID-19. Pienso que eso les puede pasar a mis padres. De inmediato, me arrebata ‘la certeza’ -porque de verdad en ese momento me parece con mucha fuerza- de que no hay razón por la que no les pase a mis padres. Entonces mi mente, en un segundo, está imaginando cómo será el día que mueran, cómo sería el escenario y hasta cómo me voy a sentir.

    Entonces, intento efectuar la práctica: reconozco que se trata de una noticia habitual que no tiene una injerencia en mi realidad, al menos no en ese momento. Veo que es mi juicio ‘desordenado’ el que toma que esa lectura sea casi que la sentencia de que va a ocurrir, y que, aun si ocurriera, yo no podría hacer nada. Yo no puedo determinar la muerte de nadie. Logro reconocer que mi pensamiento no necesariamente corresponde a la realidad, y la calma comienza a llegar.

    Me ha costado mucho lidiar con mi pensamiento para evitar alimentarlo y desencadenar ansiedad o temor. Justo con el acompañamiento que he tenido, me ha resultado favorecedor hacer ejercicios como respirar, caminar un poco, llamar a alguien y contarle con toda honestidad cómo me siento o escribirlo en un papel.

    Creo que actualmente, mis pensamientos más arrebatadores son sobre el futuro y justo me cuesta efectuar este distanciamiento entre la representación y el asentimiento. Sin embargo, en estas semanas del curso, e intentado poner más atención en ello con las técnicas de escritura que nos has compartido y el ejercicio de reconocerlo por escrito, me ha ayudado.

    Fíjate que me pasa que, según yo, intelectualmente lo comprendo, lo encuentro lógico, razonable y hasta sencillo, pero a la hora de que ‘pase’ a la emoción, ahí está mi dificultad. Incluso a veces pienso que el hecho de examinarlo tanto de manera mental me dificulta experimentarlo. Sobre todo con esta parte de lo que depende de mí y lo que no, y el reconocimiento de que mi bien no radica en lo segundo. Pero supongo que es un trabajo continuo y sostenido.

    Gracias por leerme.

    #13869
    Gabriel Schutz
    Superadministrador

    Hola, Carolina. Gracias por la apertura con que refieres tu situación. Si te fijas, el programa de 12 pasos de AA no es en absoluto inconsistente con la filosofía estoica y la oración de la serenidad que se pronuncia al final (creo que se llama así), es muy cercana a lo aquí llamamos distinción maestra. En estos años me ha tocado varias veces recibir estudiantes que también están en el programa de AA y creo entender por qué.

    En relación al comentario que formulas al comienzo, que te gustaría no estar tan al tanto de tus pensamientos, por supuesto que puedo entender esto, pero estudiemos lo que sucede y por qué te produce un cierto rechazo esa vigilia de la mente. Si observas con atención, verás que, al estar atenta a tus pensamientos, seguramente hay alguna clase de juicio, por sutil que sea, sobre los pensamientos que observas; es decir, hay como un metapensamiento, sumamente sutil, que surge al observar los pensamientos. Pongamos por caso que te descubres pensando algo sobre el futuro, algo inquietante. Observas ese pensamiento y el hecho de poder hacerlo te permite, en cierto grado, no verte envuelta por él. Pero en ese proceso, en una voz más baja, por así decir, seguramente hay un pensamiento sobre el pensamiento. Por ejemplo: “¡Otra vez un pensamiento negativo sobre el futuro!” o “¡Qué flojera me doy!” o lo que sea. Esta especie de capa más subrepticia es probablemente la que genera el rechazo a la hora de mantenerte atenta a tus pensamientos. No son los pensamientos mismos, sino los juicios todavía implícitos sobre los pensamientos, los que generan este malestar. Como hay esos juicios, hay, por lo tanto, una identificación con los pensamientos, porque todavía son TUS pensamientos. El poder observarlos con total ecuanimidad, total desprendimiento, supone que no te identificas en ningún grado con los pensamientos. Simplemente son pensamientos, palabras o imágenes que emergen. Si logras desprenderte incluso de una posición sutil de aprobación o rechazo de los pensamientos, si permites que se manifiesten con total libertad, dándoles el lugar para que surjan, pero sin la menor traza de calificación, entonces el paso del aparecerse de los pensamientos a la eliminación del asentimiento será algo menos ríspido, menos esforzado, más orgánico, por así decir.

    Por lo que comentas, tu tendencia mental es hacia la ansiedad (o avidez), que es la otra cara del miedo (miedo y avidez son dos caras de lo mismo). Estar consciente de eso es importante. Sólo no te dejes atrapara por la idea de que TÚ ERES ansiosa. No le pongas SER al pensamiento ni a ti. Sólo es un pensamiento. En el budismo zen hay una imagen muy elocuente (que a mí me ha ayudado mucho): “Da un paso hacia atrás”. Viene el pensamiento y sólo da un paso hacia atrás. No tienes que pensar nada, intelectualizar nada, preguntarte si pensamiento o emoción, no hace falta. Sólo da un paso hacia atrás, sólo desarrolla el reflejo de dar un paso hacia atrás y verás por ti misma. Explora esta idea.

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