Formo parte de un todo donde he aprendido que primero soy yo. Desde esta premisa, cada ser que me rodea, desde mis círculos cercanos hasta los más lejanos, siempre van a ser parte de mi… de naturaleza fraterna, la vida me ha permitido ir madurando, elaborando los procesos, los vínculos, los afectos… en ocasiones el llamado al egoísmo ha estado susurrando al oído, pero no logra entrar al alma… no es mi naturaleza.
Por mi profesión, pienso constantemente en otros, me intereso por otros, y es genuino, va más allá de lo profesional. Con la objetividad y el respeto por el tiempo de cada persona, pongo todo de mí para contribuir en la construcción de su vida y de sus emociones. A su vez ellos están contribuyendo a la mía… y en esta dinámica que es como una danza, transitan mis días.
Por naturaleza, siempre busco la manera de ayudar a los otros, de aportar en cada espacio, de sembrar y nutrir.
Soy y estoy en convivencia… creo profundamente en la razón social, en la vinculación como una fuente de satisfacción y gratificación invaluable.
Este espacio ha sido una gran oportunidad para validar lo que ha sido una práctica de vida, sumo a mi rutina las anticipaciones y genera una sana relación cotidiana.
Gracias infinitas Gabriel. Eres un Maestro.