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Gabriel Schutz.
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agosto 23, 2021 a las 5:30 pm #15460
Marcela Acle
ParticipanteEl viudo agonizante
Siempre fui un hombre ordenado y me esforcé en ser justo. Por eso, el dinero que les dejo a mis seis hijos no puede ser repartido en partes iguales. A lo largo de los años, todos ellos me pidieron prestado. Siempre se los di, sin cobrar intereses porque no soy usurero, pero lo único que les demandé fue que me lo devolvieran cuando pudieran. Y esto por cuestión de principios. Yo trabajé duro, a mí nadie me regaló el dinero y quise que ellos aprendieran que todo lo que uno tiene es producto del esfuerzo. La mayor parte me lo devolvió; pero “X” (mi único hijo), solo una parte y “W” no regresó nada. Entonces, en el hospital, los reuní a todos y les dije que el dinero de la cuenta del banco no se repartiría en partes iguales porque a los deudores se les descontaría la parte que ya habían tenido. Lamentablemente aunque lo adoro, no confío en “X”, lo veo voraz, colérico y aprovechado. Por eso la cuenta del banco la puse a nombre de “Y”, mi segunda hija, quien tiene la instrucción de repartir el dinero como digo.
Sin embargo, ahora que estoy a punto de morir, no me voy tranquilo. Mis hijos no me dejan morir con sus pleitos y gritos. Se odian entre ellos y sé que pelearán a muerte. Dios mío, ¿en qué fallé? ¿Será por eso que me castigaste con esta enfermedad tan dolorosa? Yo quise ser justo, pero no lo logré.“X”
Si mi papá no dejó la cuenta del banco a mi nombre fue por comodidad. Como sabía que estoy super ocupado, no me quiso molestar. De cualquier manera, yo, como albacea de su testamento, tengo derecho a revisar los estados de cuenta. Mi hermana “Y” repartió el dinero como dijo mi papá, pero quién sabe qué retiros hizo anteriormente con la complicidad de “Z”. Yo le exigí a “Y” los estados de cuenta y no me los quiere dar. Mi papá me amaba, yo le hablaba para que me comentara mis artículos en el periódico y eran tan buenos que hasta él los guardaba. ¡Eso no lo hizo con ninguna de mis hermanas! Yo era su preferido, estaba orgulloso de mí, por eso no puedo entender su decisión a menos que “Y” y “Z”, que vivían con él, le lavaran el cerebro para que pusiera la cuenta a nombre de “Y”. Y luego encima “Y” me quería descontar. Lo bueno que yo les desconté gastos que hice en mi papá y ellas ni pío dijeron. Pero sigo con la duda. ¿Cuánto dinero habrán sacado de la cuenta? Sospecho que entre “Y y Z” me robaron. Lástima porque “Z” fue mi hermana favorita.“Y”
Repartí el dinero tal y como mi papá lo estipuló. “X y W”, los deudores, negaron sus deudas e hicieron lo posible por erradicarlas. Yo no dije nada. El dinero era lo de menos, la muerte de mi papá me dejó abatida, a un año escaso de la de mi mamá. Eso sí, cuando “X” me pidió los estados de cuenta no quise dárselos. Él no tenía derecho a revisarlos. Todavía fue al banco y armó tremendo escándalo, pero yo no cejé. ¿Quién se cree que es? ¿El rey? Mis padres siempre lo trataron como tal y a nosotras (las hijas) nos ningunearon. No iba a dar mi brazo a torcer. Papá fue muy claro esa noche en el hospital y todas las que le siguieron. Él no confiaba en su hijo, no quería estar a solas con él porque sabía que le iba a pedir dinero. Para “X” fue un golpe no ser el ELEGIDO y le costará trabajo aceptar que, en este caso, YO FUI LA ELEGIDA. Eso no se lo esperaba y a mí me llenó de gusto. Fue lo que esperé toda la vida.“K”
A pesar de ser la mayor, no tengo autoridad. No puedo competir con “X” ni con “Y”. Los dos son demasiado poderosos y yo soy débil. Los conozco desde que nacieron y siempre supe que eran más fuertes que yo. Con el pleito entre ellos, dividen a la familia y las cuatro que quedamos tenemos que tomar partido. Yo he tomado mi decisión. Me voy con él, con “Y”. Él es el más fuerte y necesito sentirme protegida. Es una decisión difícil, pero me iré con él. Rezaré porque algún día los hermanos nos reencontremos. Que Dios me proteja.“Z”
“X” solía repetir en las fiestas navideñas la siguiente anécdota: él y yo jugábamos al campamento. Él, vestido de cazador con un rifle de juguete, y yo, detrás de él, escalábamos la escalera que para nosotros era una gran montaña. Después, en su cuarto, con una toalla hacíamos nuestra tienda de campaña entre la cama y un sillón que ahí estaba. Nos metíamos en la tienda (debajo de la toalla) y jugábamos con una lamparita . Él siempre contaba que un día me dijo: “Z” vete a robar una manzana. Y que yo le respondí: Sí, pero primero déjame pedirle permiso a mi mamá. Y todos se reían de mí por mensa.
Hoy me pregunto. ¿Alguien con ese recuerdo tan vívido de mí, puesto que lo repetía una y otra vez, cómo pudo pensar que yo le había robado?
Cuando se dividió la familia, me quedé triste. Murieron mis padres y perdí a mi gran compañero de juegos en la infancia.agosto 25, 2021 a las 9:54 am #15464Gabriel Schutz
SuperadministradorAlguien dijo en el siglo XIX, creo que Baudelaire, que la comunicación (humana) es un milagro y este texto lo demuestra de manera contundente. Lo que para uno es un gran problema, la deuda, para el otro no existe. Presunciones, suspicacias, una completa falta de autocrítica en algunos casos y una autocrítica demasiado severa en otro, que impide morir en paz. El texto tiene el gran mérito de mostrar todas estas voces y legitimar cada una de ellas, desde esa primera persona que habla desde lo profundo, a la vez que relativizar todos los puntos de vista al ponerlos en conjunto. Es muy bueno y, precisamente por estar tan logrado, resulta desolador. Uno quisiera decirle a Z que le recordara la anécdota de infancia o lo invitara a jugar, a X que asumiera su deuda, al señor que agoniza que se concentre en lo que ha dependido de él. Muy bueno, Mat, te felicito. Intuyo que no habrá sido sencillo, afectivamente hablando, escribir esto.
agosto 26, 2021 a las 1:08 pm #15465Marcela Acle
ParticipanteDefinitivamente, mi querido Gabriel, fue muy difícil escribir esto, PERO el gran mérito que tiene es que es la primera vez, ¡en 26 años!, que puedo escribir algo así y tratando de ser objetiva (lo más posible). Y eso te lo agradezco, realmente los ejercicios que hemos hecho me han servido de mucho. Te cuento que estoy pasando por momento difícil y este taller me está sirviendo un montón. Por cierto, ya me repasé el anterior, el de la filosofía estoica. Es un aliviane poderte escuchar de nuevo y profundizar en los conceptos.
Efectivamente, de Voces se desprende un paisaje desolador en el que creo que hay que seguir profundizando y eso pienso hacer… Fue importante dar el primer paso y el esquema de las voces me ayudó muchísimo. Muchas gracias, mi querido Gabriel. Tus ejercicios siempre son muy lúcidos!!P.D. Entendì la debilidad de la mayor y restablecí el contacto. Eso es buenísimo!! (con pinzas, claro, no en balde han pasado demasiado años, pero lo siento un gran avance).
agosto 30, 2021 a las 9:33 am #15468Gabriel Schutz
SuperadministradorMat querida, leí tu mensaje casi en el momento en que me lo enviaste y me dio una inmensa alegría. No pude responder antes porque me cambié de casa el viernes y la mudanza ha sido (está siendo) pesada, aunque muy gozosa también. Pero, más allá de esto, me deslumbra y me alegra leer todo lo que ha movido en ti el ejercicio y lo que dices sobre el taller, incluso sobre el repaso del curso de filosofía estoica. Lo que creo más importante, sobre todo para ti que ya escribes hace tiempo y tienes oficio, formación y talento para lo literario, es que puedas incorporar a tu vida un tipo de escritura cuyo fin no es propiamente literario, sino que, en cierto sentido, va mucho más allá de eso, es un espacio para la VERDAD interior; un espacio para indagar dentro de ti de la manera más libre. Aquí toda autocensura debe ser dejada atrás. Quiero decir con esto que, más allá de los ejercicios concretos del taller, tengas presenta la posibilidad de tener ese espacio de escritura libre; puede ser una especie de diario, en el que no se trata necesariamente de documentar hechos (aunque esto puede tener cabida, desde luego), sino de ir, por así decir, al “subsuelo” y ver qué hay allí.
Te felicito de todo corazón por todo lo que me cuentas, por poder haber escrito esto después de 26 años, por el reencuentro con tu hermana mayor, por la valentía y la apertura del corazón.
agosto 30, 2021 a las 9:33 am #15469Gabriel Schutz
SuperadministradorMat querida, leí tu mensaje casi en el momento en que me lo enviaste y me dio una inmensa alegría. No pude responder antes porque me cambié de casa el viernes y la mudanza ha sido (está siendo) pesada, aunque muy gozosa también. Pero, más allá de esto, me deslumbra y me alegra leer todo lo que ha movido en ti el ejercicio y lo que dices sobre el taller, incluso sobre el repaso del curso de filosofía estoica. Lo que creo más importante, sobre todo para ti que ya escribes hace tiempo y tienes oficio, formación y talento para lo literario, es que puedas incorporar a tu vida un tipo de escritura cuyo fin no es propiamente literario, sino que, en cierto sentido, va mucho más allá de eso, es un espacio para la VERDAD interior; un espacio para indagar dentro de ti de la manera más libre. Aquí toda autocensura debe ser dejada atrás. Quiero decir con esto que, más allá de los ejercicios concretos del taller, tengas presenta la posibilidad de tener ese espacio de escritura libre; puede ser una especie de diario, en el que no se trata necesariamente de documentar hechos (aunque esto puede tener cabida, desde luego), sino de ir, por así decir, al “subsuelo” y ver qué hay allí.
Te felicito de todo corazón por todo lo que me cuentas, por poder haber escrito esto después de 26 años, por el reencuentro con tu hermana mayor, por la valentía y la apertura del corazón.
agosto 30, 2021 a las 9:33 am #15470Gabriel Schutz
SuperadministradorMat querida, leí tu mensaje casi en el momento en que me lo enviaste y me dio una inmensa alegría. No pude responder antes porque me cambié de casa el viernes y la mudanza ha sido (está siendo) pesada, aunque muy gozosa también. Pero, más allá de esto, me deslumbra y me alegra leer todo lo que ha movido en ti el ejercicio y lo que dices sobre el taller, incluso sobre el repaso del curso de filosofía estoica. Lo que creo más importante, sobre todo para ti que ya escribes hace tiempo y tienes oficio, formación y talento para lo literario, es que puedas incorporar a tu vida un tipo de escritura cuyo fin no es propiamente literario, sino que, en cierto sentido, va mucho más allá de eso, es un espacio para la VERDAD interior; un espacio para indagar dentro de ti de la manera más libre. Aquí toda autocensura debe ser dejada atrás. Quiero decir con esto que, más allá de los ejercicios concretos del taller, tengas presenta la posibilidad de tener ese espacio de escritura libre; puede ser una especie de diario, en el que no se trata necesariamente de documentar hechos (aunque esto puede tener cabida, desde luego), sino de ir, por así decir, al “subsuelo” y ver qué hay allí.
Te felicito de todo corazón por todo lo que me cuentas, por poder haber escrito esto después de 26 años, por el reencuentro con tu hermana mayor, por la valentía y la apertura del corazón.
agosto 30, 2021 a las 9:33 am #15471Gabriel Schutz
SuperadministradorMat querida, leí tu mensaje casi en el momento en que me lo enviaste y me dio una inmensa alegría. No pude responder antes porque me cambié de casa el viernes y la mudanza ha sido (está siendo) pesada, aunque muy gozosa también. Pero, más allá de esto, me deslumbra y me alegra leer todo lo que ha movido en ti el ejercicio y lo que dices sobre el taller, incluso sobre el repaso del curso de filosofía estoica. Lo que creo más importante, sobre todo para ti que ya escribes hace tiempo y tienes oficio, formación y talento para lo literario, es que puedas incorporar a tu vida un tipo de escritura cuyo fin no es propiamente literario, sino que, en cierto sentido, va mucho más allá de eso, es un espacio para la VERDAD interior; un espacio para indagar dentro de ti de la manera más libre. Aquí toda autocensura debe ser dejada atrás. Quiero decir con esto que, más allá de los ejercicios concretos del taller, tengas presenta la posibilidad de tener ese espacio de escritura libre; puede ser una especie de diario, en el que no se trata necesariamente de documentar hechos (aunque esto puede tener cabida, desde luego), sino de ir, por así decir, al “subsuelo” y ver qué hay allí.
Te felicito de todo corazón por todo lo que me cuentas, por poder haber escrito esto después de 26 años, por el reencuentro con tu hermana mayor, por la valentía y la apertura del corazón.
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